Mi casa es un mini casa (sobre todo por el número de personas que vivimos aquí). Ideal para una familia de dos niños. Los exteriores increíbles, un jardín precioso con una fuente de cantera y un patio de buen tamaño, para hacer reuniones, fiestas de niños o jugar a los patines y bicicletas.
La parte interior me vuelve loca porque es una casa de campo, y en realidad no está para nada pensada para vivir largas temporadas, pero nosotros hemos tenido que adaptarnos y cada vez más, ahora que la familia ha seguido creciendo.
Al principio cuando llegamos éramos cinco. Mi esposo y yo y tres niños dónde el más pequeño apenas tenía 4 meses y los demás 3 y 2 años.
La casa tenía dos recámaras, la principal con baño. Sala y comedor, una pequeña entrada, la cocina y otro baño completo.
Al principio el bebé dormía con nosotros y los otros dos niños compartían el cuarto, pero después el bebé creció y también lo acomodamos con los hermanos. Luego nació el cuarto bebé y ya era imposible acomodarlo en otro lado, así que nos vimos en la necesidad de sacrificar nuestra sala y enviarla a «la bodega» el espacio del comedor lo cerramos y lo convertimos en la tercera recámara y la sala se convirtió en comedor y lugar de usos múltiples (un sillón, una televisión y un escritorio con la computadora). Tenemos una terraza muy bonita que nos gustaría techar y convertir en comedor para recuperar la sala, pero aún no hemos podido realizar ese proyecto.
Cuando la recámara principal aloja también la cuna de algún bebé se ve transformada, como no es muy grande ponemos un buró encima de otro, cambiamos de lugar el tocador y quedamos algo apretados.
Ahora estoy tratando de aprovechar y arreglar todos los espacios posibles para que la casa sea funcional para una familia con ocho miembros. Ha sido cansado, y aun no termino. También tuvimos que arreglar el cuarto de lavado para que fuera más eficiente, porque solamente tenía la ropa hecha bolas y no había mucho tiempo para doblar, nadie tenía ropa y cuando iban a buscar era imposible encontrar algo. Lo que hice fue poner canastas con nombre para cada miembro de la familia y no lavo más de lo que puedo doblar y acomodar en un día. Después cada tercer día los niños van por su canasta y acomodan toda su ropa en su lugar.
Esta vez ordené algunos cajones de los muebles del comedor para material de la escuela y cosas que necesitan los niños para hacer tarea y puse unos ganchos en el cuarto de los niños y unos en la entrada para que puedan colgar sus mochilas a la llegada del colegio.
También cambié la decoración del cuarto principal por algo más colorido. Antes tenía un edredón verde pálido o morado oscuro para el invierno. Ahora estamos de naranja y azul y creo que se ve muy bien.
Sigo en el proceso de arreglar 🙂